Descripción
Bandera de El Robledo disponible en tejido Poliéster 100%, microperforado, de varias medidas desde 015×025 cm a 150×300 cm y de alta calidad. Especialmente indicada para utilización exterior.
Si no encuentra la bandera que busca en nuestro catálogo, háganoslo saber y se la intentaremos encontrar. También se pueden personalizar las banderas existentes, o bien enviar diseños propios. Consúltenos presupuesto.

* El diseño definitivo puede diferir ligeramente del mostrado en la imagen. Las banderas se suministran sin mástil.
Banderas de El Robledo (Ciudad Real)
El Robledo
Ayuntamiento de España
Bandera
El Robledo
Localización de El Robledo en España.
El Robledo
Localización de El Robledo en la provincia de Ciudad Real.
País España
• Com. autónoma Castilla-La Mácula
• Provincia Ciudad Real
• Región Montes
Localización 39°13?03?N 4°16?52?OCoordenadas: 39°13?03?N 4°16?52?O
• Altitud seiscientos cuarenta y seis msnm
Superficie ciento once con uno km²
Población mil doscientos veintiocho hab. (dos mil quince)
• Densidad once con veinticinco hab./km²
Gentilicio Robledano
Apartado de correos trece mil ciento catorce
Alcade (dos mil quince) Elena Tamurejo Díez
Sitio www.elrobledo.org
Pueblo en la comunidad autónoma de Castilla-La Mácula. Tiene una superficie de ciento once con uno km² con una población de mil doscientos veintiocho habitantes (Instituto Nacional de Estadística dos mil quince) y una densidad de once con veinticinco hab/km².
El Robledo está ubicado al nordoeste de la provincia de Ciudad Real, a seiscientos cuarenta y seis msnm, en el val donde convergen el río Alcobilla con el Bullaque, en la raña de Matagrande y entre las de la Toledana y de Piedralá. Al sudoeste se halla la sierra de Navalaencina. El término municipal está atravesado por los ríos Alcobilla y Bullaque. Este último cruza al lado del núcleo urbano. A El Robledo pertenecen las aldeas de Las Islas, Navalrincón, Las Tablillas y Navalajarra.
Sendas
La Junta de los Ríos
El sitio conocido como la Junta de los Ríos, donde se une el río Alcobilla con el río Bullaque, ha sido usado de forma tradicional por la población de El Robledo y de los pueblos y aldeas próximos como sitio de esparcimiento en primavera y verano. Existían asimismo acá huertos como de este modo lo testimonian ciertos frutales como guindos y membrillos que el día de hoy se hallan asilvestrados.
A la zona se puede acceder por el camino que desde exactamente el mismo pueblo discurre paralelo al río por la margen derecha, siguiendo el sentido de la corriente, hasta llegar al paso por el que se puede cruzar. Desde la aldea de Las Islas, ubicada a 2 km. asimismo se puede llegar a este punto, tomando el camino que sale de frente una vez atravesado este núcleo de población, y que nos conduce al paso por la margen izquierda. Además de esto desde Las Islas se puede llegar de manera directa al rincón de Tabla Rubia, aguas abajo desde la Junta de los Ríos, tomando el camino a la izquierda una vez atravesado este núcleo.
En la Junta de los Ríos, existen 3 viarios interiores que dejan un interesante camino por el paraje: uno que recorre el espacio en su longitud como es el camino perimetral que acota la finca por el este, con una anchura media de 3 metros y una longitud de seiscientos m. Más o menos, sosteniendo una cubierta arbórea y arborescente en muy estupendas condiciones. Otro que discurre próximo al río limitando la finca por el oeste con una anchura media de un metro, pudiendo considerarse más una ruta que un camino. Y otra ruta de recorrido irregular en la parte central, que una parte del camino de acceso y converge en el extremo final del espacio con el camino perimetral y con la ruta del río.
Se trata de un tramo de río que ha modelado su cauce en zonas de pendiente poco pronunciada, en tanto que las aguas del río Bullaque se ven frenadas al unirse a las del riachuelo Alcobillas, deposita la carga de fondo que arrastra dando sitio a acumulaciones de cantos rodados en el cauce. Con estos depósitos aluviales, el río ha ido produciendo un sistema de canales entrelazados en el cauce. Estos, siendo abandonados por la corriente fluvial, dan sitio a una morfología de brazos o bien, como se conoce acá cachones, que provocan cambios en la pendiente del terreno en los aledaños de la corriente primordial. Ejercitan la función de desvanecer el exceso de energía en temporadas de máximas avenidas. Se generan asimismo, por exactamente el mismo proceso, superficies apartadas que se cubren de flora, como en un caso así en frente de la casa de las Cábilas, donde se halla ubicada una pequeña capacitación de sauces con un alto grado de conservación, que se halla apartada de la ribera solo en temporadas en las que se sostiene un caudal de agua suficiente. Cuando esto no ocurre, se puede acceder a esa pequeña isla. De acá deriva el topónimo que tiene cierta frecuencia en esta zona de Islas.
La flora actual de la zona prácticamente coincide con las formaciones de bosques de ribera, en un caso así fresnedas, no obstante, no es homogénea y sostiene en determinadas zonas niveles diferentes evolutivos, encontrándose mezclada con especies de repoblación.
Resaltan las alamedas, de las que hallamos 2 conjuntos:
Una alameda con olmos, zarzas y espinos que se sitúa en la zona perimetral y de accesos. La especie dominante es el álamo lombardo (Populus nigra var italica) y tiene como orla acompañante olmos, zarzas y espinos. Sin embargo, le acompañan un conjunto de especies propias de la serie, como otras del monte mediterráneo.
Otra alameda con sauces, majuelos y tallos que se sitúa en la ribera. Del mismo modo, la especie dominante en el estrato arbóreo es de nuevo el álamo lombardo enriquecido singularmente con sauces, ciertos olmos y algún chopo negro. En el estrato arborescente dominan los tallos churreros y los espinos albares, a los que le acompañan las zarzamoras. El factor diferencial respecto a la precedente capacitación es su presencia próxima al cauce del agua, condicionando el desarrollo de especies más hidrófilas como es el sauce que tiene un dominio mayor.Además encontraremos saucedas, que ocupan la zona en contacto con el cauce del río, diferenciándose 2 especies: Salix atrocinerea y Salix fragilis. Del mismo modo aparecen chopos y fresnos de forma intermitente. Le acompañan en el estrato arbóreo tallos y zarzas, teniendo una concida presencia el estrato herbáceo.
Para finalizar, un pastizal con escoba blanca. Se ubica en la zona central del área y forma el nivel más alto de humillación de la zona. La presencia de ciertas especies frutales como membrillos y cerezos nos advierten que este espacio se aprovechó hasta hace poquísimo como huerta. En el estrato arborescente, aparece de forma aproximadamente intermitente la escoba.
En lo que se refiere a la observación de fauna, adquieren mayor relevancia las aves que se encuentran en este entorno como carboneros, herrerillos, ruiseñores, mirlos, alcaudones, lavanderas, jilgueros, mitos, pinzones, petirrojos, verderones, oropéndolas… De manera frecuente se pueden observar garzas reales, garcillas y martines pescadores.
Entre los mamíferos que se pueden hallar en la zona, sostiene un puesto señalado la nutria común, por ser una especie indicadora del nivel de conservación del medio acuático, pudiéndose estimar al río Bullaque como uno de los escasos ríos de Castilla La Mácula que sostienen una población considerable de este mamífero. A lo largo del cauce se pueden hallar abundantes excrementos de este animal.
La fauna piscícola se identifica por la extrañeza de elementos autóctonos y una enorme densidad de especies endémicas presentes que se hallan con diferentes grados de amenaza como por poner un ejemplo la comilleja, calandino, cachuelo, barbo cabecicorto, barbo comizo o bien la rema de río.
El Cordel de Navalrincón
Con treinta y siete metros de anchura, es uno de los ramales primordiales de la Cañada Real Toledana, nombre con el que se conoce en esta región a la Cañada de setenta metros que se comienza en tierras segovianas y desciende hasta Andalucía y Extremadura. Estas vías pecuarias se han venido usando desde el Siglo XI por los serranos que transhumaban con sus rebaños, buscando tierras cálidas para pastar en invierno y por los habitantes de esta región como vía de comunicación, primordialmente con otros pueblos de Toledo como Los Yébenes, donde se desplazaban con sus caballerías para adquirir abono con el que enriquecer los suelos para el cultivo. El cordel se desvía de la Cañada Real Toledana a unos ciento cincuenta metros bajo la presa del embalse de Torre de Abraham, y se divide en 2 cerca de Santa Quiteria. Por una parte, se dirige cara Alcoba y Horcajo. Por el otro, cara Navalrincón. Desde acá sale de la Mancomunidad de Cabañeros y atravesando las sierras de Piedrabuena cruza el Guadiana por el Puente de Retama, en el término de Puebla de Don Rodrigo.
Nuestra senda se empieza en el punto en que el cordel abandona la Mancomunidad por el sur y se recorre en sentido norte. Sale del carreterín que se dirige a la aldea del Alcornocal ya antes de llegar a las Casas de Ochoa. En este punto, el cordel aprovecha la boca que el Riachuelo del Guijo ha formado entre las Sierras de Navalajarra y Navalaencina, para verter al Bullaque cuyas riberas vemos de lejos a nuestra derecha. Se dirige a la aldea de Navalrincón en forma de camino rural, recto y con buen firme, mas con una anchura mucho menor que la real. La Sierra de Navalajarra queda a nuestra izquierda con sus laderas pobladas de monte y cultivadas con olivares. Podemos ver como en torno a las pedrizas el matorral tiene un mayor porte, produciéndose en las cimas grandes afloramientos de la roca madre cuarcítica que forman las crestas de las sierras. La raña cubre el val del Bullaque cultivado de cereales, y de ciertas parcelas de lino que tiñen de azul turquesa los campos en primavera. La carencia de arbolado en el paisaje indica una fuerte intensidad de explotación. A los cuatro km. de recorrido, llegamos a la aldea de Navalrincón que atravesamos siguiendo recto. En un quilómetro más, cruzamos la carretera de El Robledo percibiendo la aldea de Las Tablillas a nuestra derecha. Nos hallamos en una llanura cerealista con exuberancia de aves esteparias como sisones y baratijas y donde en ocasiones se ve a la extraña avutarda. Vamos a ir atravesando los pasos que cruzan el Río Alcobilla y el Arroyo de los Pescados, que en temporadas de lluvias se tornan inabordables. Como opción alternativa se puede emplear el carreterín de Las Tablillas a Santa Quiteria, que vamos a haber pasado entre estos 2 pasos.
A unos dos km. se termina el camino rural debiendo guiarnos de ahora en adelante por los mojones que apuntan la anchura del cordel. Entramos en los campos descepados y roturados en los años cincuenta y sesenta por los colonos de Santa Quiteria para los usos agrícola y ganadero. Ciertos chopos y álamos a los lados del camino señalan la proximidad del nivel freático, y pronto andaremos bajo la sombra de grande encinas y quejigos rodeados de rebosantes espinos y torviscos.
Unos cuatrocientos metros tras dejar el camino, vamos a pasar a la vera de un nido de cigüeñas, acompañados de abejarucos y multitud de pequeños pájaros propios de zonas cultivadas como las cogujadas, bisbitas y alondras, y otros de zonas con arbolado como las abubillas, alcaudones y rabilargos. Indudablemente vamos a ir bajo el vuelo de buitres y milanos con lo que es conveniente ir siempre y en todo momento alarma.