Banderas de Caspe
Caspe
Ayuntamiento de España
Bandera
Panorámica de Caspe desde la Ermita de Santa María de Horta.
Caspe
Localización de Caspe en España.
Caspe
Localización de Caspe en la provincia de Zaragoza.
País España
• Com. autónoma Aragón
• Provincia Zaragoza
• Región Bajo Aragón-Caspe
• Partido judicial Caspe
Localización 41°14?12?N 0°02?22?OCoordenadas: 41°14?12?N 0°02?22?O
• Altitud ciento cincuenta y dos msnm
• Distancias cien km a Zaragoza
doscientos cuarenta y nueve km a Barna
cuatrocientos veintiuno km a la capital española
Superficie quinientos tres con treinta y tres km²
Población nueve mil ochocientos sesenta y siete hab. (dos mil quince)
• Densidad diecinueve con setenta y dos hab./km²
Gentilicio caspolino, na
Distrito postal cincuenta setecientos
Regidor (dos mil quince) Jesús Senante Macipe (Partido Socialista Obrero Español)
Sitio Municipio
Caspe es una urbe de la provincia de Zaragoza en la comunidad autónoma de Aragón (España), capital de la región del Bajo Aragón-Caspe. Consiguió el título de urbe en el siglo XIX, a causa de los estropicios sufridos en las Guerras Carlistas, por concesión de la reina Isabel II.
Tiene una población de nueve novecientos veintisiete habitantes (Instituto Nacional de Estadística dos mil catorce) y su término municipal, de quinientos tres con treinta y tres km², es el cuarto más extenso de Aragón.
Geografía
Caspe se encuentra ubicado en el paralelo cuarenta y uno,2 de latitud norte y en el meridiano de Greenwich. Está ciento cuatro km al sudeste de Zaragoza a riberas del río Guadalope —que ya no lleva agua en este tramo habiendo sido desviado aguas arriba al edificar el embalse de Mequinenza, llamado asimismo «mar de Aragón»—, y a pocos quilómetros del Ebro. Se halla a ciento cincuenta y dos msnm en una de las zonas más áridas de Aragón, con una temperatura media de catorce,6 °C y trescientos veinticinco mm de precipitación anual.
Se ubica en el cruce de 2 ejes: el del Ebro —en dirección este-oeste, en parte aprovechado por el ferrocarril— y, perpendicular al mismo, el que partiendo de Andorra pasa por Alcañiz y prosigue a Barbastro y Monzón.
Toponimia
Existe la creencia popular de que el nombre de Caspe procede de viejos pobladores de la urbe, originarios del mar Caspio; no obstante, esta etimología carece de rigor filológico pese a su extensa difusión. El topónimo Casp aparece documentado en fuentes andalusíes como Qsp, Qasp o bien Qasb y ha sido relacionado con la palabra árabe Casba.
Prehistoria y arqueología
El término municipal de Caspe semeja que fue uno de los últimos en poblarse en el Bajo Aragón, bien por inconvenientes ambientales para el hábitat prehistórico o pues la erosión haya destruido los yacimientos.
En el arte rupestre, resalta el sobretodo del Plano del Pulimentado. Localizado en una pequeña oquedad abierta en la roca arenisca, contiene un conjunto de pinturas rupestres de estilo levantino. La composición reúne múltiples figuras, resaltando un espléndido corzo en actitud de alarma para comenzar la lucha con otro congénere que aparece con la cornamenta baja. Entre las dos figuras se puede observar una cierva, en situación más baja, y asimismo se advierte una cuarta figura, bastante perdida, que probablemente sea otra cierva. Distintos restos de pintura en el extremo derecho de la composición, semejan corresponder a la figura de un arquero.
La enorme eclosión demográfica y cultural de Caspe tuvo sitio cara el siglo VIII a. de C., con la aparición de incontables poblados y necrópolis tumulares de poblaciones indoeuropeas, célticas hallstátticas de la primera Edad del Hierro, que corresponden a poblaciones procedentes esencialmente de la cuenca del Segre y de la alta cuenca del Ebro, singularmente de Navarra y Álava.
Entre los yacimientos de este Bronce final cabe refererir el de los cabezos de Sancharancón. Este poblado se encuentra en el camino de Caspe a Zaragoceta. Sobre un cerro cónico con gran cantidad de bloques de arenisca que se amontonan en las laderas, se distribuyen las casas de planta cuadrangular. Los materiales cerámicos recogidos en superficie encajan tipológicamente con los del Bronce Medio avanzado, si bien asimismo hay restos, escasísimos, de vasijas adscribibles a la cultura de los campos de urnas, aparte de productos de talla de sílex. Otro yacimiento de interés es el de Cabezo de Monleón, sobre el río Guadalope, habiéndose identificado cincuenta y dos casas que configuran una planta de calle central. Se ha estimado su población en unos trescientos habitantes y la vida de aquellos pastores, metalúrgicos y labradores de cereales pudo extenderse entre el ochocientos a. de C. y la iberización.
De la temporada ibera data el yacimiento de Loma de los Brunos, ubicado en las proximidades de la presa del Civán. Corresponde a la fase vieja de poblamiento ibérico (siglos VI a V a. de C.).Cronológicamente siguiente es el poblado de La Tallada, ocupado desde el siglo IV a. de C. hasta su destrucción y abandono en el siglo I antes de Cristo
Además, la historiografía local mienta los restos de la urbe de Trabia, población indígena destruida por los romanos que llegó a acuñar moneda. Tanto Trabia como el sitio próximo de Valdurrios son topónimos prerromanos. Conforme ciertos autores, sobre sus ruinas se edificó más tarde un poblado medieval que tampoco pervivió. Desde mediados del siglo XII Trabia tenía su carta puebla, lo que señala que el sitio tuvo cierta relevancia. Estuvo habitado cuando menos hasta mil cuatrocientos cuarenta, año en el que aún consta que existía la figura del Justicia en el sitio.
Historia
Cuenta la tradición que Caspe fue fundada por Túbal, hijo de Jafet y nieto de Noé, en la expedición que efectuó remontando las aguas del Ebro hasta Logroño. Ya antes de la conquista romana de Hispania, las tierras que ocupa hoy día el ayuntamiento fueron habitadas por los sedetanos —pueblo ibero del siglo III a. C.—, formando una parte de un territorio que se extendía desde Salduie (Zaragoza) hasta el río Matarraña, que formaba la frontera con los edetanos.
Edad Media
Desde la llegada de los musulmanes en setecientos trece hasta la reconquista cristiana en la primera mitad del siglo XII, las tierras del Ebro formaron la Marca Superior de Al-Andalus, campo ocupado por el contingente yemení. En tal territorio, sobre la población autóctona hispanorromana y visigoda de cristianos y judíos, prevalecía la cultura latina; mas desde el siglo X, se impuso la arabización y la islamización de la población, quedando los cristianos y los judiíos apartados a un pequeño porcentaje.
Entre junio y septiembre de mil ciento sesenta y nueve, Caspe fue integrada en la Corona de Aragón por el rey Alfonso II. La conquista de la localidad se hizo bajo la dirección del conde de Pallars, Arnal de Mir, y de su hijo Ramón, en cooperación con otros señores feudales. En los Anales de la Corona de Aragón de Jerónimo Zurita, se relata que «por este tiempo se hacía muy gran guerra a los moriscos que estaban en la zona de los edetanos en los castillos y fuerzas que tenían en las riberas del río de Algas… Y se ganó Caspe, sitio muy primordial al lado de las riberas de Ebro. Y de allá se prosiguió la guerra por las riberas de Guadalob y del río de Calanda». Se calcula que la cantidad de moradores de Caspe, en el instante de la reconquista, pudo ser algo superior a los 1 cero habitantes, siendo su población apabulladoramente islámica. A los musulmanes se les dejó preservar sus prácticas religiosas, aunque tuvieron un año de plazo para desamparar su casa ya antes de trasladarse extramuros. En lo que se refiere a los judíos, si bien no se puede detallar cuando llegaron a Caspe, los que es seguro es que cuando entraron las tropas de Alfonso II ya había judíos en el distrito de La Muela conviviendo con los musulmanes.
La villa pasó entonces a poder de la Orden del centro de salud de San Juan de Jerusalén a través de la permuta efectuada con Alfonso II por otros recursos de la orden. Su castillo fue destinado a vivienda del bailío del Centro de salud. La población consiguió estabilizarse en el último cuarto del siglo XIII, desde que Garcelán de Timor fuera nombrado comendador de la bailía de Caspe. La villa, que contaba entonces con unos 1 quinientos moradores, se expandió desde La Muela cara el caserío circundante con el castillo de la Orden en la cima y la iglesia de Santa María para el conjunto de la comunidad cristiana.
En mil trescientos noventa y dos, Juan Fernández de Heredia, gran maestre de la orden, adquirió a la familia Sesé sus posesiones en la villa para fundar un convento. Elevó la iglesia a la categoría de Colegiata y también acrecentó la relevancia del Convento Sanjuanista al dotarle de tesoros y reliquias como el «Lignum Crucis». Cuando murió, su cuerpo fue traído desde Aviñón y sepultado en la iglesia del convento, en un sepulcro que mismo mandó labrar.
En temporada medieval, Caspe fue el mayor centro aragonés y uno de los mayores de España en la producción de vidrio. Se sabe de la existencia de treinta hornos de vidrio en su término municipal. La enorme cantidad de suelos salinos favorecía el desarrollo de la barrilla, que al lado de la calidad y cantidad de la arena, formaban los elementos básicos para la producción de vidrio. Semeja que fueron los judíos los primeros implicados en tal industria, mayoritariamente entre los siglos XIV y XV. Una gran parte de los vidrieros pertenecían a las familias más esenciales de la localidad.
En el siglo XIV, la peste negra arrasó el Reino de Aragón; existe perseverancia de que la epidemia se instaló en Caspe en mil trescientos setenta y uno, llegando aun a obligar al traslado de las sesiones de Cortes Generales. Conforme recogen los Anales de Valimaña, unas trescientos personas murieron en la villa víctimas de la mortal enfermedad.
La población fue escenario en mil cuatrocientos doce del histórico «Compromiso de Caspe», al haber fallecido sin descendencia Martín I de Aragón. El veintidos de abril de ese año se empezaron las deliberaciones de los compromisarios, siendo el veintiocho de junio proclamado rey Fernando de Trastámara, llamado el de Antequera, como Fernando I de Aragón. En frente de la puerta que da acceso al atrio de la Colegiata de Santa María la Mayor se levantó un estrado desde el que se hizo saber al pueblo la declaración de derecho votada por los compromisarios de los Estados de la Corona de Aragón en favor de don Fernando. Al día después, predicó en la iglesia Fray Vicente de Ferrer, que tomó parte muy activa en las sesiones del conocido Compromiso.
En el siglo XV contó la villa con la visita del papa Benedicto XIII, más conocido como el Papa Luna, quien vino a reparar unos temas entre su familia, los Luna, y los Urrea.
Edad Moderna
Hasta mil seiscientos diez las comunidades cristiana y musulmana siguieron poblando la villa. Si bien compartían las tierras del regadío viejo, cada una tenía su término municipal, como sus recursos comunales. Las dos eran vasallas de la Orden de San Juan de Jerusalén.
Debido a su situación geográfica, Caspe ha sido una de las poblaciones más perjudicadas por las diferentes batallas acontecidas en España desde el siglo XVII. En la Rebelión de Cataluña (mil seiscientos cuarenta-mil seiscientos cincuenta y dos) fue víctima de incursiones y correrías por la parte de las tropas franco-catalanas, como de exacciones fiscales de la monarquía, hechos los dos que repercutieron gravemente en su coyuntura económica. En la Guerra de Sucesión (mil setecientos uno-mil setecientos once) fue seguidora de la causa borbónica al paso que sus vecinos se decantaron por el aspirante austriaco.