Banderas de Cañada Rosal
Cañada Rosal
Ayuntamiento de España
Bandera
Cañada Rosal
Localización de Cañada Rosal en España.
Cañada Rosal
Localización de Cañada Rosal en la provincia de Sevilla.
País España
• Com. autónoma Andalucía
• Provincia Sevilla
• Región Écija
Localización 37°35?50?N 5°12?35?OCoordenadas: 37°35?50?N 5°12?35?O
• Altitud ciento sesenta y ocho msnm
• Distancia setenta y nueve km a Sevilla
Superficie veinticinco,45 km²
Población tres mil trescientos cinco hab. (dos mil quince)
• Densidad ciento veintinueve con diecinueve hab./km²
Gentilicio Carrosaleño, -ña
Apartado de correos cuarenta y mil cuatrocientos treinta y nueve
Regidor (dos mil dieciseis) Rodrigo Rodríguez Hans
Sitio
Cañada Rosal es un Ayuntamiento De España de la Provincia de Sevilla, Andalucía. En el año dos mil dieciseis cuenta con tres mil trescientos siete habitantes. Su extensión superficial es de veinticinco km² y tiene una densidad de ciento veinticuatro con setenta y cinco hab/km². Se halla ubicada a una altitud de ciento sesenta y ocho metros en la región de Écija y a setenta y nueve quilómetros de la capital de provincia, Sevilla.Este ayuntamiento hispalense está compuesto por setenta calles y diez avenidas.
Descripción del escudo
Descripción: Escudo dividido en 3 partes. En campo de plata, el árbol olivo de sinople, arriba, con las iniciales del rey Carlos III de gules con borde oro; una cañada-camino limitada por 2 franjas en sinople con 6 palmas asimismo en sinople, en el centro; 3 rosas de gules talladas de sinople, 2 de ellas cortadas y la del centro entera, abajo. Al timbre Corona Real cerrada.
Significado de las figuras del escudo:
El olivo representa el primer árbol plantado en la fundación de las colonias.. Representa el trabajo, la perseverancia y el ahínco de los primeros colonos por poner en cultivo los campos baldíos, dando vida a esta tierra y a este pueblo. Las iniciales del rey Carlos III recuerdan la figura del monarca que firma y realiza el Fuero de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena y Andalucía, en el siglo XVIII.
La cañada-camino representa el sitio en el que se asienta el ayuntamiento, simbolizando asimismo el carácter migratorio de sus gentes y las 6 palmas mencionan a los 6 países que dan colonos a estas tierras (Alemania, Países Bajos, Francia, Austria, Italia y Suiza).
El rosal responde a la segunda una parte del nombre del pueblo. Los descendientes cortados de los extremos simbolizan por un lado, su rotura con el Fuero siendo derogado, y por otra la segregación del ayuntamiento de La Luisiana en el año de mil novecientos ochenta y seis. El descendiente entero del centro representa la nueva Cañada Rosal independiente.
Historia
En plena campiña, en la franja oriental de la provincia de Sevilla, a 84 quilómetros de la capital, entre los términos de La Luisiana, Écija y Palma del Río, se halla este núcleo de población fundado por el rey Carlos III a fines de mil setecientos sesenta y nueve.
Cañada Rosal tiene hoy en día una población que ronda los tres mil quinientos habitantes y su término municipal una superficie de veinticinco,5 quilómetros cuadrados de extensión.
Al sur de Despeñaperros, puerta de Andalucía, se hizo, en la segunda mitad del Siglo XVIII el más ambicioso proyecto reformista de la Ilustración española: la colonización y creación de las llamadas Nuevas Poblaciones.
Se llaman Nuevas Poblaciones a las urbes y pueblos fundados de nueva planta. Ellas son el resultado de una política de colonización interior llevada a cabo con múltiples objetivos, entre aquéllos que se halla el de eliminar fuertes desequilibrios territoriales, mejorando el aprovechamiento de los recursos.
En plena primavera del año mil setecientos sesenta y seis, llega a la Corte una propuesta del coronel bávaro, Johann Kaspar Thürriegel, en la que ofrecía 6 mil colonos centroeuropeos para poblar las tierras vírgenes de América. La idea tuvo acogida por la parte del gobierno de España, mas el propósito sería otro: repoblar la zona yerma que se extendía a lo largo del camino real que unía la Corte con Sevilla y Cádiz.
Coincidiendo con la orden de expulsión de los jesuitas de España se hacen públicas las condiciones de la contrata, promulgándose el cinco de julio de mil setecientos sesenta y siete el Fuero de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena y Andalucía, extenso manual donde se recoge todos y cada uno de los detalles y pormenores relacionados con la obra colonizadora.
El propósito de esta empresa era variado y múltiple. Mas podríamos entresacar 3 motivos o bien razones esenciales que justifican este esencial proyecto. El objetivo principal era poblar una esencial porción de tierras baldías, siendo el segundo terminar con el bandolerismo que existía en la senda que unía la Corte con el sur, y en tercer lugar crear una sociedad rehabilitada, nueva, utópica y también idealista que sirviese de modelo al resto de España y a la propia Europa.
De esta forma el monarca Carlos III, Campomanes, Múzquiz y Pablo de Olavide, al lado de otros, hicieron posible que hombres de diferentes puntos de la geografía europea viniesen a convertir unas tierras cuajadas de matorrales, lentisco, jaras y encinas en pueblos vivos.
Un claro ejemplo de ello es Cañada Rosal, creada en baldíos de la urbe de Écija con familias extranjeras llegadas de los más dispares rincones de Europa Central, los que no traen más que sus manos, su trabajo y un montón de esperanza, lo que al lado de una especie de cincuenta y seis fanegas de tierra, un arado, un azadón, 2 vacas, 5 ovejas y granos para la primera sementera, empiezan dirigidos por el Superintendente Olavide, a transformar una tierra baldía en una tierra productiva y competitiva con el resto de las tierras de la campiña sevillana y cordobesa.
El sitio donde se crea Cañada Rosal, localizado por el Comandante Civil de La Luisiana don Ceferino Jiménez y que describe a don Fernando de Quintanilla, subdelegado de las Nuevas Poblaciones de Andalucía, como “una buena porción de tierras llamadas de Cañada Rosal con un enorme pozo de agua, otra fuente, un riachuelo permanente, múltiples pedazos grandes desmontados por pelantrines de Écija, una fuente que llaman de la Alcoba y el pozo de los Albercones; todo el terreno vestido de palma y malezas a propósito para barracas, cuyas tierras son de la mejor calidad…”.
La labor no era simple, el duro tiempo de esta zona, el duro trabajo, las pésimas condiciones de vida y la intransigencia de ciertos pueblos vecinos, hicieron que muchos murieran en el empeño sin poder haber hecho realidad el sueño proclamado por Thürriegel de lograr vivir en el “paraíso del sur de España”.
Pese a todas y cada una de las contrariedades, este núcleo como todos los otros, prosiguió trabajando y combatiendo, bajo exactamente el mismo Fuero por el que se regían las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena y Andalucía, hasta el momento en que en el año mil ochocientos treinta y cinco, la Reina Gobernadora doña María Cristina lo deroga y se incorpora, en el ayuntamiento matriz de La Luisiana, a la provincia de Sevilla.
Desde acá Cañada Rosal se desenvuelve entre luces y sombras y los claroscuros de una historia cuajada de fuertes experiencias, de duro trabajo, de emigraciones masivas y de busca de sus señales de identidad como pueblo. Señales de identidad que Cañada Rosal, si bien de forma latente, siempre y en toda circunstancia ha mantenido desde su fundación preservando muchos apellidos de los primeros colonos como Hebles, Fílter, Duvisón, Rúger, Hans, Delis…, y sosteniendo costumbres y tradiciones legadas por los creadores como la Celebración de los Huevos Pintados de fuerte implantación en la cultura de este pueblo. El espíritu ilustrado se palpa en las calles y plazas de este pueblo que rinde homenaje a la fundación y a los hombres y mujeres que hicieron posible poniendo sus nombres a muchas de ellas.
Mas es desde la década de los sesenta cuando comienza a despertar y a pelear, por medio de la cultura popular, por un auténtico desarrollo económico, cultural, social y político. Coincidiendo con la creación de Cañada Rosal como Parroquia el veintiseis de julio de mil novecientos sesenta y cuatro bajo la advocación de su Patrona Santa Ana, en los locales de la Casa Rectoral, se crea el primer Teleclub de la provincia de Sevilla, donde se realiza un extenso y comprometido movimiento social y cultural, en torno al que vira la vida de este pueblo y que llegaría a concretarse en la década de los setenta-ochenta, con un enorme despliegue cooperativista, empresarial y de progreso.
El espíritu cooperativo empezado por un conjunto de jóvenes ilusionadas y emprendedoras que hacen la creación de una cooperativa de punto y costura en el año mil novecientos setenta y siete, se plasma unos años después con un ambicioso proyecto que vendría a convertir la vida de este pueblo hispalense. Ese sería la creación de COENCA (Cooperativa de Envases Cañada Rosal), que ha sido capaz de hacer realidad el sueño de un pueblo, donde más de doscientas familias colonas y braceras hallan en ella el pan nuestro de día tras día, donde todos se sienten patronos y obreros y donde todo el personal, sin salvedad, desde el más cuando menos cualificado son obreros que cambiaron el atravieso y la besana de una tierra que no prometía por las máquinas y el progreso, siendo capaces de hacer realidad el enorme sueño ilustrado de Olavide de que todo hombre y mujer tenga en su tierra su puesto y su vivir, sintiéndose protagonista de su destino.
A este movimiento económico, cultural y de progreso, se aúna la lucha anhelada a lo largo de muchos años por lograr su segregación del Ayuntamiento de La Luisiana y pasar de aldea a pueblo.
Tras un largo proceso, mas siempre y en toda circunstancia con el permiso y el acuerdo mutuo entre los representantes y vecinos de La Luisiana y Cañada Rosal, el veintisiete de agosto de mil novecientos ochenta y seis, el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, aprueba el Decreto de Segregación que transforma a la colonia carlostercerista de Cañada Rosal en el ayuntamiento ciento tres de la provincia de Sevilla y en el más joven de todos y cada uno de los que integran la familia de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena y Andalucía.
Una resolución que ciertos pueden no compartir en unos tiempos en los que andamos en pos de la unidad de una Europa sin fronteras ni divisiones, mas absolutamente nadie puede frenar la libertad de las colectividades a decidir por sí solas, derecho lícito que absolutamente nadie puede quitar a un pueblo. Los aciertos y los descalabros, las defraudes y las esperanzas de un pueblo deben ser admitidas y compartidas por el propio pueblo.
Esta Segregación de Cañada Rosal del ayuntamiento de La Luisiana al que ha estado unido a lo largo de más de doscientos 15 años ha servido a fin de que una vez superadas las rivalidades, andemos más cerca uno de otro, mancomunando servicios y probando que el principio de independencia no es incompatible con otros valores humanos como la unidad, la solidaridad y la hermandad entre los pueblos.
Con esta independencia política y administrativa se prueba que el legado de las 7 generaciones que hicieron los cimientos de nuestras casas, que pusieron en cultivo nuestros campos, que parieron nuestros vivos y sepultaron nuestros fallecidos no ha sido en vano. La mayor empresa del reinado de Carlos III se justifica y engrandece en realidades como la de Cañada Rosal, acometiendo su nueva singladura con esperanza y también ilusión y sintiéndose protagonista de su destino.
Cañada Rosal acomete el siglo veintiuno trabajando por hacer realidad el proyecto reformista y también ilustrado de aquellos soñadores del siglo XVIII, sembrando esta tierra de sueños y realidades con la mirada puesta en un esperanzador horizonte de futuro.