Descripción
Bandera de Camarzana de Tera disponible en tejido Poliéster 100%, microperforado, de varias medidas desde 015×025 cm a 150×300 cm y de alta calidad. Especialmente indicada para utilización exterior.
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* El diseño definitivo puede diferir ligeramente del mostrado en la imagen. Las banderas se suministran sin mástil.
Banderas de Camarzana de Tera
Camarzana de Tera
Ayuntamiento de España
Bandera
Vista parcial de Camarzana de Tera.
Camarzana de Tera
Localización de Camarzana de Tera en España.
Camarzana de Tera
Localización de Camarzana de Tera en la provincia de Zamora.
País España
• Com. autónoma Castilla y León
• Provincia Zamora
• Región Benavente y Los Vales
• Mancomunidad Val del Tera y ETAP Benavente y Los Vales
Localización 41°59?41?N 6°01?35?OCoordenadas: 41°59?41?N 6°01?35?O
• Altitud setecientos setenta y siete msnm
• Distancia setenta y tres con cinco km a Zamora
Superficie cuarenta y siete con sesenta y dos km²
Núcleos de
población Cabañas de Tera
Camarzana de Tera
San Juanico el Nuevo
Santa Marta de Tera.
Población ochocientos ochenta y nueve hab. (dos mil quince)
• Densidad diecinueve,05 hab./km²
Gentilicio camarzanés/sa
Apartado de correos cuarenta y nueve mil trescientos treinta y dos
Regidor (dos mil quince) Francisco Martínez San Román (Partido Popular)
Presupuesto quinientos ochenta y uno cero euros (año dos mil quince)
Sitio Municipio de Camarzana de Tera
Camarzana de Tera es un ayuntamiento y localidad de España de la provincia de Zamora y de la comunidad autónoma de Castilla y León.
Pertenece a la región de Benavente y Los Vales y, conforme los datos oficiales del (Instituto Nacional de Estadística dos mil catorce), cuenta con una población de novecientos siete habitantes.
Historia
Véase también: Historia de la provincia de Zamora
Los vestigios más viejos del pueblo se remontan a la Edad de Hierro, en la que el pueblo se asentaba en una zona elevada y muy protegida llamada castro. De las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo, se han encontrado multitud de vasijas de porcelana y los cimientos de las habituales pallozas celtas, de forma circular.
El castro, como primitiva población, dejó paso a una nueva villa romana asentada a su abrigo. De esta temporada todavía aparecen multitud de fragmentos de mosaicos romanos como restos de infraestructuras urbanísticas como empiedres de calles o bien alcantarillado.
La Edad Media asimismo dejó algún vestigio en este pueblo y de este modo por medio de las crónicas del monasterio de la población vecina de Santa Marta de Tera tenemos perseverancia de la existencia de un pujante monasterio llamado de San Miguel que tuvo una enorme actividad y que padeció estropicios en el paso de Almanzor cara S. de Compostela .Pero este monasterio no fue descuidado en estas datas sino más bien unos treinta años después puesto que conforme las investigaciones efectuadas por Augusto Quintana Prieto y publicadas en el Anuario de Estudios Medievales, ISSN sesenta y seis-cinco mil sesenta y uno, N.º cinco, mil novecientos sesenta y ocho , págs. sesenta y cinco-ciento seis, el monasterio prosiguió recibiendo donaciones y la causa de su declive se debe más bien a las revueltas de determinados personajes influyentes que acabaron saqueando a los monasterios pertenecientes a la diócesis de Astorga a la que pertenecía el monasterio de San Miguel de Camarzana.Lo más relevante de este monasterio, y siempre y en toda circunstancia citando la espléndida investigación que efectuó Augusto Quintana Prieto en mil novecientos sesenta y ocho, es la existencia de un scriptorium en el que una comunidad de virtuosos frailes dirigidos por Emeterio ( autor del Santurrón de Gerona)
se dedicaron a la noble y hermosa labor de copiado y también ilustración de los códices medievales que se prestaban los monasterios entre aquéllos que no faltaba una copia del libro de Santurrón de Liébana. Absolutamente nadie, hasta la data absolutamente nadie ha rebatido la investigación, muy documentada de Augusto Quintana , mas tampoco absolutamente nadie se atreve a asegurar que el Santo de Gerona no se escribió solo en Tábara sino más bien asimismo en San Miguel de Camarzana sencillamente se cita el monasterio de la localidad leonesa como vivienda siguiente del escriba Emeterio pues se ignoraba entonces la existencia del monasterio de la ribera del Tera (con exactamente el mismo nombre que el de la localidad leonesa) que merced a Augusto Quintana ha quedado plenamente probado tras el estudio de multitud de documentos pertenecientes a la diócesis de Astorga. El conclusión que Emeterio hace en el Santo de Gerona donde aparecen los nombres de Fernando Flaginiz y Ecta Vitas (personajes vinculados a donaciones al monasterio de Camarzana) es suficiente prueba para meditar que acá asimismo se escribió , de la misma manera que en San Salvador de Tábara el Santurrón de Gerona y pues asimismo pudo cooperar la monja Eude con sus ilustraciones.
Hoy en día el pueblo es una comunidad agrícola-ganadera y de servicios que padece, como todos y cada uno de los núcleos rurales de la zona una despoblación progresiva. Ciertos rastros de restauración económica mediante las subvenciones a determinados productos agrícolas y ganaderos unidos al turismo de temporada han empezado a reactivar su economía.
Geografía y demografía
El ayuntamiento tiene una superficie de cuarenta y siete con sesenta y dos km² y las próximas coordenadas geográficas: latitud, cuarenta y uno.997°; longitud: -seis.029′, y altitud, setecientos setenta y siete msnm.
La densidad poblacional es de diecinueve habitantes/km². Examinando los datos existentes desde el año mil novecientos, año en el que Camarzana contaba con mil trescientos dieciseis habitantes, la población alcanza su máximo en mil novecientos cincuenta, cuando llega a los mil setecientos sesenta y nueve. Desde ese momento, siguiendo la tónica general de las zonas rurales en España, la población ha ido descendiendo. Entre los años mil novecientos ochenta y seis y dos mil cuatro, el ayuntamiento perdió el veintiseis por ciento de su población. Entre dos mil cuatro y dos mil siete se generó una leve restauración, mas que hoy no se sostiene puesto que el ayuntamiento va perdiendo población todos los años. (Instituto Nacional de Estadística).
La localidad de Camarzana de Tera, sin tener en consideración las otras localidades de las que está formado el ayuntamiento, tiene en nuestros días quinientos tres habitantes, de los que doscientos cuarenta y ocho son varones y doscientos cincuenta y cinco son mujeres.
Arte
Deben destacarse 2 elementos arquitectónicos de gran interés: su iglesia parroquial, que aloja en su interior un hermoso retablo barroco y su ermita de la Trinidad en la que, pese al expolio, podemos admirar un precioso retablo.
Mención aparte merece su arquitectura rural tradicional que todavía conserva ciertas muestras de casas de adobe y tapial con prácticos balcones de madera en la testera y corredores asimismo de madera en la parte trasera.
En el año dos mil siete se hicieron unas excavaciones arqueológicas que descubrieron unos mosaicos romanos en un solar del pueblo. Dichos mosaicos se hallan en un solar de unos setecientos metros cuadrados en el que se prevé la construcción de un museo.
Festividades
Merece destacarse la Celebración de la Trinidad, que se festeja en la ermita de su nombre y que data del siglo XVII; en ella, aparte de las liturgias religiosas, los cofrades ofrecen a todos y cada uno de los asistentes el habitual pan, queso y vino de la zona, que es degustado a la sombra de los fresnos y álamos que rodean a la ermita. Se festeja a fines de mayo o bien principios de junio, en dependencia de la data de la Semana Santa.
La celebración patronal de La Asunción, el quince de agosto, todavía conserva ciertos vestigios tradicionales del pasado, como la Procesión de la Asunción que recorre el día quince las calles del pueblo y la de San Roque, al día después, en agradecimiento a la cura de la peste bubónica, que se remonta a temporadas medievales.
Ecología
El pueblo dispone de 2 zonas meridianamente acotadas y ricas en fauna y flora; por una parte el monte, donde prevalece la encina con su cortejo (retamas, jara, tomillo) y se puede localizar una enorme pluralidad de pequeños mamíferos, como el conejo o bien la liebre. Merced al aislamiento provocado por la construcción de la autopista A-cincuenta y dos, los venados de la próxima sierra de la Culebra se han estabilizado en la zona. Asimismo se ha recuperado el cernícalo.
El bosque de ribera de las riberas del río cobija una vegetación exuberante de alisos y fresnos unida a un curso de agua alterable que pasa de apacibles remansos a pequeños veloces, para exquisitez de los oídos. La población de pájaros cantores es rebosante y no faltan tampoco poblaciones de patos migratorios.
Por desgracia, la fauna fluvial está prácticamente extinguida debido a la construcción de múltiples presas en el curso alto del río, lo que ha causado una perturbación antinatural de la temperatura del agua, con la imposibilidad de que los huevos de los peces eclosionen y de esta forma, poquito a poco, han ido desapareciendo las poblaciones de trucha común, barbos o bien remas que no hace muchos años hacían las exquisiteces de todos y cada uno de los pescadores de la zona.
Gastronomía
Véase también: Gastronomía de la provincia de Zamora
En lo que se refiere a su gastronomía, merecen destacarse ciertas recetas tradicionales relacionadas con los productos de la zona y de gran tradición familiar.
Una de estas recetas es el hígado de cerdo asado a la brasa: en la matanza del cerdo, cuando se le extraía el hígado, este era asado en la brasa de la encina, se le sofreía con aceite de oliva, vinagre y sal y, acompañado de un vaso de vino, se servía como temtempié ya antes de el alimento tradicional de la matanza.
Otra de las recetas asociadas a la matanza es un postre que en la actualidad resulta un tanto fuerte, mas que para otras temporadas era muy energético y preciso, dado el duro trabajo que se realizaba: los «»cuscarones»». Se realizaban con manteca de cerdo, harina, agua y miel. Se mezclaba el agua y la manteca y cuando estaban muy calientes, se les agregaba harina de forma lenta removiendo continuamente para eludir grumos; cuando se compactaba se agregaba la miel para darle un sabor dulce y se servía el postre muy caliente.
Tradiciones agrícolas y ganaderas
Siega
En el pasado con la llegada del verano aparecían una serie de faenas agrícolas relacionadas con los cereales (trigo, cebada o bien centeno). Esta faena pasaba por múltiples fases, todas y cada una recogidas en la tradición literaria y musical de la zona. Se empezaba por la siega de los cereales en las tierras, le proseguía el acarreo (en carros de madera tirados por vacas) ya en las eras el trigo se disponía en grandes medas hasta el momento en que comenzara la trilla en la que se empleaban no solo a las vacas sino más bien asimismo a caballos, mulas e inclusive burros. Una vez trillado, se emparvaba y se aguardaba a que llegara el viento para adecentar la parva y separar de esta manera el trigo de la paja. La faena de la era se acababa cuando la paja era llevada a los pajares para el sustento de la ganadería o bien para servir sencillamente de cálida cama a los animales en los fríos inviernos.
Vendimia
Otra de las tradiciones, todavía preservada, es la vendimia. El pueblo dispone de un número notable de viñas si bien no hay una pluralidad predominante, con lo que no podemos charlar de un vino distinguido si bien si ecológico y artesanal debido a su composición y preparación. En el pasado la vendimia se efectuada en talegones de mimbre en los que se recogía la uva que era transportada al lagar de las bodegas excavadas manualmente en los barreros que rodean al pueblo. Una vez extraído el mosto, se introducía en grandes cubas de roble y allá así como los rabos y casullos de la uva se dejaba fermentar hasta el momento en que una vez descansado y perdido su dulzor se empezaba a consumir como vino joven para alegrar las largas veladas invernales, las felices celebraciones familiares (bodas, bautizos…) como asimismo estaba presente en las tristes despedidas de los seres queridos (quizá por el dicho de olvidar las penas).