Banderas de Belmonte de Gracián
Belmonte de Gracián
Ayuntamiento de España
Bandera
Belmonte de Gracián
Localización de Belmonte de Gracián en España.
Belmonte de Gracián
Localización de Belmonte de Gracián en la provincia de Zaragoza.
País España
• Com. autónoma Aragón
• Provincia Zaragoza
• Región Comunidad de Calatayud
• Partido judicial Calatayud
Localización 41°18?45?N 1°32?15?OCoordenadas: 41°18?45?N 1°32?15?O
• Altitud seiscientos cuarenta y seis msnm
• Distancia noventa y dos km a Zaragoza
Superficie cuarenta y 3 con siete km²
Población doscientos once hab. (dos mil quince)
• Densidad cinco,06 hab./km²
Gentilicio belmontino, na
Distrito postal cincuenta trescientos treinta y dos
Regidor (dos mil once) José Carlos Pérez Cubero (PAR)
Belmonte de Gracián es un ayuntamiento de España de la provincia de Zaragoza, en la comunidad de Aragón, ubicado a doce km de Calatayud y que es cuna del escritor Baltasar Gracián.
Toponimia
Hasta mil novecientos diez se llamó Belmonte del río Perejiles, y, desde mil novecientos veinte, Belmonte de Calatayud. En mil novecientos ochenta y cinco, y en homenaje a su ilustre hijo, Baltasar Gracián, que nació en esta localidad en mil seiscientos uno, pasó a llamarse Belmonte de Gracián.
Historia
Belmonte se levanta a resguardo de un cerro escarpado “bello monte” que dio nombre a la población. Llamado Belmonte del Peregiles hasta mil novecientos diez y Belmonte de Calatayud desde mil novecientos veinte, por último en mil novecientos ochenta y cinco, pasaría a llamarse Belmonte de Gracián, en homenaje a su ilustre hijo, del que adoptó el apellido, el jesuita, escritor y pensador Baltasar Gracián.
En lo que se refiere a su origen hay que remontarse a la famosa urbe de “Secaisa” y en ellas se ubican los restos arqueológicos del yacimiento de la mítica urbe celtibera de Segeda. Acá es donde el conde de Samitier descubrió los primeros restos de Segeda, que dio nueva de ellos a inicio de siglo aseverando haber hallado unas habitaciones con buen número de vasijas indígenas, muchas pintadas, de las que guardó parte. Schulten visitó el sitio en los años treinta, haciendo coincidir esta visita con sus trabajos en la vecina Bílbilis (Calatayud). Segeda habría sido el inicial desencadenante de la segunda guerra celtibérica, testigo de la llegada del cónsul Nobilior, quien la destrozó, con el abandono de la urbe por sus habitantes y vuelta a ser reocupada después. El yacimiento hoy en día ofrece poco a poco a la luz restos descubiertos por los trabajos agrícolas, ciertos cuales se preservan en el Museo Municipal de Calatayud.
En el término municipal actual se halla un yacimiento de regular extensión, “Durón” cercado de murallas de grandes sillares, siendo descubiertos a fines del pasado siglo la ceca Setica-Segisa apareciendo mosaicos, cerámicas y monedas, denarios con la historia legendaria Secaisa.
Su castillo musulmán del siglo X nos prosigue hablando de su relevancia mediante la historia, Labaña dejó perseverancia en 1610: “Tiene un castillo y la mayoría de las casas ubicadas sobre peñas de aljez” y en las crónicas aparece recensiones de que en el siglo XIV fue atacada por los castellanos, para su defensa asistieron los vecinos de Mara y Ruesca y por último fue tomada por los invasores en el año mil trescientos sesenta y dos, volviendo poco después la Corona de Aragón. Madoz, ya en el siglo XIX, se referiría tan solo a las minas existentes sobre las peñas “obra de moros”.
El casco urbano se halla ubicado al arrimo de un monte que en tiempos coronó el mentado castillo musulmán, en cuyas ruinas ahora levanta la Iglesia de Nuestra Señora del Castillo.
Su trazado se extiende en la parte baja de la ladera, entre la carretera y sus 2 iglesias; la mienta en honor de la Virgen del Castillo, la primitiva Parroquia que levanta su bóveda en lo más alto del pueblo, y la de San Miguel, con un ábside de excepcional decoración mudéjar y una torre, asimismo mudéjar, genial por su decoración vidriada. Dentro del templo se conserva la pila bautismal en la que fue bautizado Baltasar Gracián en mil seiscientos uno.
Sobre esta iglesia y al pie del tajo que corona la otra están las residencias, los corrales, las eras, las bodegas y los pajares abandonados: el reino del aljez, un rincón blanco y gris, onírico y perdido donde solo hay yeso. Una auténtica urbe, olvidada y ruinosa, que se labró en las rocas blandas de este material. Las calles se labraron en esta roca, exactamente la misma en la que se tallaron las eras escalonadas y se excavaron los habitáculos, aprovechando las piedras extraídas en la excavación para edificar los muros. Un camino por esta olvidada urbe del aljez, su contemplación desde la lejanía, dando una imagen del conjunto, que completa la ofrecida por el recorrido entre las ruinas del poblado excavado en las rocas. Por el otro lado de la vega, mirando desde la carretera, la vertiente de Belmonte aparece como una colmena, con docenas de bocas oscuras en la ladera tal y como si fueran celdas de un panal.
Aparte de la citada ermita de Nuestra Señora del Castillo, hay otras 2 dedicadas a San Roque (rincón donde se marcha en romería el dieciseis de agosto) y San Martín ubicada a las faldas de la Sierra de Vicort. Las fiestas mayores se festejan en honor de San Miguel (titular de la parroquia) del veintinueve al treinta y uno de septiembre.
Asimismo nacieron en Belmonte otros hijos ilustres como fueron los hermanos Franco de Villalba, Diego Prudencio (1670/80 – 1740/60) escritor que resalta por sus esenciales Tratados sobre los Fueros de Aragón, Miguel Menor, asimismo escritor y religioso, y Sebastián de Almenase.
Política local
Últimos alcaldes de Belmonte de Gracián
Periodo Regidor Partido
mil novecientos setenta y nueve-mil novecientos ochenta y tres Miguel S. Simón Domínguez UCD
mil novecientos ochenta y tres-mil novecientos ochenta y siete
mil novecientos ochenta y siete-mil novecientos noventa y uno
mil novecientos noventa y uno-mil novecientos noventa y cinco
mil novecientos noventa y cinco-mil novecientos noventa y nueve
mil novecientos noventa y nueve-dos mil tres
dos mil tres-dos mil siete
dos mil siete-dos mil once
dos mil once-dos mil quince José Carlos Pérez Cubero PAR
dos mil quince-dos mil diecinueve
Resultados electorales
Elecciones municipales
Partido dos mil tres dos mil siete dos mil once dos mil quince
PAR cinco cinco cinco
Partido Socialista Obrero Español dos – – –
Partido Popular cinco – – –
CHA – –
Total siete cinco cinco cinco
Monumentos
El monumento más notable de su casco viejo es la torre mudéjar de la Iglesia de San Miguel, que podría ser, en su parte inferior, de construcción islámica.
Otros lugares de interés son el yacimiento celtibérico de Segeda, ubicado en sus cercanías y la Fuente del Despeño, que anteriormente tuvo un empleo rebosante.
Castillo
Sobre una cima, controlando todo el val del río Perejiles. El castillo es de planta ovalada, con ochenta metros de eje mayor por cuarenta de menor. Si bien se halla en muy mal estado, todavía se distinguen 2 pequeños torreones muy rebajados en altura. En el circuito se halla la presente Ermita de Nuestra Señora del Castillo, construida sobre los restos de una torre campanario de 3 cuerpos de género de tipo minarete almohade ubicada al lado del muro norte del crucero. El primer cuerpo construido con mampostería y los 2 últimos son de ladrillo decorado con porcelana.
El castillo es de origen musulmán, data del siglo X y pasó a manos aragonesas en el siglo XII formando una parte de la comunidad de Calatayud, en el la sesma del río Miedes.
En el siglo XIV aparece en las crónicas de la temporada aparece los vecinos de los pueblos de Mara y Ruesca vinieron en su defensa por el ataque de los castellanos, tomado por último en mil trescientos sesenta y dos terminaron siendo tomados y anexados por la Corona de Aragón.
Iglesia de San Miguel
La iglesia parroquial, dedicada a San Miguel, es gótica, del siglo XV, y ocupa una explanada media a escasa distancia de la plaza donde se levanta la Casa Consistorial. Cerca, asimismo, del edificio que fue cuna de Baltasar Gracián.
El templo tiene extensas proporciones, construido a base de piedra y ladrillo. La torre sube con planta cuadrada, a los pies, con basamento de piedra que entonces destaca decorada en tareas mudéjares de ladrillo. El interior se compone de una nave sin crucero. Se abren las capillas en los contrafuertes, alcanzando profundidad. El ábside, que es poligonal en la parte externa, cierra de forma semicircular en el interior. Es un conjunto agradable a la contemplación del viajante, que se extasía admirando la cúpula estrellada decorada con claves de madera, en la nave, de cascarón y cañón con nudos barrocomoriscos en el primer tramo del templo y en el ábside. Una inscripción recuerda que la iglesia fue renovada en mil seiscientos treinta y cuatro.
Dentro de la iglesia, yeserías talladas barrocas de tradición mudéjar, una nave con capillas entre los contrafuertes, cubierta con cúpula de crucería estrellada, y ábside poligonal al exterior, y semicircular en el interior. En el año mil seiscientos treinta y cuatro fue renovada la decoración en las cúpulas. Y el ábside poligonal, de 7 lados, decorado al exterior con paños de rombos y cruces separadas por frisos de esquinillas, decoración de suma importancia para el mudéjar aragonés. La portada es renacentista, de corte herreriana.
En el exterior resalta la torre cuadrada de los pies al lado del muro sur, sobre basamento de entrada de mampostería y decorada con tarea mudéjar de ladrillo destacado, esta torre campanario de tipo minarete almohade, con escalera interior cubierta primero con bovedillas escalonadas de cañón y después por aproximación de hiladas; decorada con platos y columnas de porcelana, frisos de esquinillas y de espina de pez, como 2 paños de arcos apuntados entrecruzados. Es de resaltar que en ella se conserva la pila bautismal donde se bautizó Baltasar Gracián y en la Casa Parroquial de la localidad se guarda partida original de bautismo del mismo.
Ermita del Castillo
Sobre exactamente el mismo pueblo continúan los restos del viejo castillo. Allá, en el circuito de la vieja fortaleza, adosada al muro, se levanta la ermita de la Virgen del Castillo, vigía inusual, que se supone fue la vieja parroquial. Es un modesto edificio de tapial y ladrillo, con torre campanario de 2 cuerpos, el primero de mampostería y el superior de ladrillo. La iglesia se compone de una nave sobre planta de cruz, con cabecera plana. Se cubre con cúpula de lunetas, salvedad hecha del crucero, que lo hace con bóveda circular sobre pechinas con linterna. La decoración del templo es de orden toscano, y en las pechinas de la bóveda aparecen los evangelistas, en yeso. Los retablos proceden, en su mayor parte, de los siglos XVI, XVII y XVI.
Poco de mudéjar tiene ya esta modestísima torre, en el pueblo que conserva una de las torres más viejas y también interesantes. La torre de la ermita de la Virgen del Castillo, en lo alto del pueblo y a la vera de los restos de un castillo que bien podría haber sido musulmán, no presenta más tema ornamental que 2 hiladas de ladrillos en esquinilla al tresbolillo. Sostiene, como la propia torre de la parroquia, la mampostería anulada para la parte inferior y ladrillo para la superior. Y sobre las 2 ventanas gemelas donde se alojan las campanas, 3 ventanas más pequeñas, todas y cada una en arco de medio punto.
Acueducto
El origen se cree musulmán, como el castillo y construcciones lindantes, data del siglo X y su utilidad era trasladar el agua a los habitantes del viejo Belmonte.
Torre de Vigilancia
Torre de origen musulmán, llamada «»Atalaya»», data del siglo X pasando a manos aragonesas en los principios del siglo XII, ubicada en un cerro cercano al pueblo y próxima al castillo, se halla esta torre de vigía de planta circular, hecha de tapial, rodeada por un pequeño circuito protector.
Se trata de una torre que servía de vigilancia y para hacer señales, completando de este modo la defensa.