Banderas de Areatza
Villaro
Villaro
Ayuntamiento de España
Bandera
Vista de Areatza
Villaro
Localización de Villaro en España.
Villaro
Localización de Villaro en Vizcaya.
País España
• Com. autónoma País Vasco
• Provincia Vizcaya
• Región Arratia-Nervión
• Juntas Generales Durango-Arratia
Localización 43°07?18?N 2°46?05?OCoordenadas: 43°07?18?N 2°46?05?O
• Altitud ciento cuarenta msnm
• Distancias veintiocho km a Bilbao
treinta y siete km a Vitoria
noventa y cinco km a San Sebastián
trescientos noventa y seis km a la capital española
seiscientos dos km a Barna
Superficie nueve con diez km²
Fundación mil trescientos treinta y ocho
Población mil ciento noventa y cinco hab. (dos mil quince)
• Densidad ciento treinta y 3 con ocho hab./km²
Gentilicio areatzarra, billaroztarra
Distrito postal cuarenta y 8 mil ciento cuarenta y tres
Regidor (dos mil quince) Asier García Artetxe (EH Bildu)
Sitio http://www.areatza.net
Extensión del ayuntamiento en la provincia
Villaro o bien Arenaza (en euskera Areatza o bien Bilaro y oficialmente Areatza) es un ayuntamiento de la provincia de Vizcaya, País Vasco (España). Pertenece a la región de Arratia-Nervión y a la Merindad de Arratia.
Topónimo
La villa tiene 2 nombres tradicionales; uno de origen romance y otro de origen vasco, si bien los dos han sido empleados en los 2 idiomas.
El nombre Villaro es una contracción de «»Villa de Haro»», nombre que le fue dado a la localidad en mil trescientos treinta y ocho por su creador, Juan Núñez III de Lara, que era señor consorte de Vizcaya. Con este nombre Juan Núñez pretendía honrar a la Familia Haro, a la que pertenecía su mujer María Díaz de Haro, que había sido titular del Señorío de Vizcaya a lo largo de múltiples siglos. Esta ha sido la denominación oficial y más formal del ayuntamiento hasta mil novecientos ochenta. Con las reglas modernas de ortografía del euskera este nombre acostumbra a ser transcrito en este idioma como Bilaro. Se ha utilizado en los dos idiomas y uno de los gentilicios existentes para los habitantes del pueblo es el de billaroztarra
Por otra parte hay otro nombre histórico del pueblo, que no obstante no ha sido oficial hasta mil novecientos ochenta y que históricamente ha tenido un carácter informal: Arenaza/Areatza. La villa de Villaro fue fundada en un rincón despoblado que recibía de antemano el nombre de Arenaza.
…todo el término que afirman desde San Bartolomé hasta la tejera de Arenaza en los campos de Aquinitene, y dénde a Boluncho,…
Debido a ello la población terminó siendo famosa asimismo bajo este nombre. El topónimo Arenaza está formado por la palabra arena, que fue tomada como préstamo por el euskera del latín y el sufijo «»-(t)za»», que señala exuberancia. Este nombre se debió seguramente al carácter arenisco del sitio donde se creó Villaro. En euskera el nombre evolucionó perdiendo la «»n»» intervocálica (un fenómeno común en el euskera), desde de su forma más vieja Arenaza hasta la presente de Areatza. En euskera moderno arena se afirma «»harea»»
Este hecho y el que el sufijo final, transcrito al castellano como «»-za»», se pronuncie realmente como -tza; han distinguido los nombres de Arenaza (versión más vieja del nombre, fosilizada en su transcripción escrita al castellano) y Areatza (versión más moderna del nombre, amoldada a la pronunciación moderna del mismo por la población vascoparlante). El gentilicio basado en este nombre es el de areatzarra.
En mil novecientos setenta y nueve el municipio decidió mudar su denominación oficial de Villaro a Areatza. Esta nueva denominación oficial se adoptó el uno de febrero de mil novecientos ochenta.
Historia
Villaro fue fundada en mil trescientos treinta y ocho por el Señor de Vizcaya, Juan Núñez de Lara, en un sitio despoblado al que bautizó con el nombre de Villa de Haro, en homenaje a la familia de su mujer, María Díaz de Haro. Se situó en un despoblado arenisco que se llamaba «»Arenaza»» de donde deriva el nombre en euskera de «»Areatza»».
La nueva villa tenía como propósito consolidar una nueva senda comercial que uniese la urbe de Vitoria con los puertos del Cantábrico a través del paso de montaña de Barazar, mas jamás llegó a lograr un enorme desarrollo urbano. La villa disponía tan solo de 2 calles, Bekokalea y Goikokalea, preparadas paralelamente al curso del río Arratia y de un puente, el de Zubizarra, que dejaba franquear sus aguas a las recuas de arrieros cargadas de lana que descendían de la meseta. Tenía además de esto un pequeño cerco de murallas que defendía a la población y que dejó contener su desarrollo a lo largo de la Edad Media.
A principios del siglo XVI el casco urbano empezó a medrar alén de la puerta sur de la muralla, a lo largo del camino que conducía a Vitoria, al lado del que brotaron 2 filas de casas adosadas que formaron la presente calle Errukiñe. Fue una expansión pequeña en tanto que la urbe no disfrutaba de muchos recursos y vivían únicamente en ella cien familias de artesanos y pequeños mercaderes, y las primordiales actividades productivas eran la de fabricar astas para lanzas y picas, y labrar herraje para las cabalgaduras que atravesaban el val.
En este entorno se edificó una nueva casa en Errukiñe, que supuso una enorme novedad en el panorama de las residencias urbanas de Villaro, e inclusive del resto de Vizcaya. Con su testera primordial alineada con la calzada y sus caras laterales emparedadas entre medianeras, la casa proseguía el modelo tradicional medieval de construcciones angostas, altas y profundas, con apenas 8 metros de frente y el doble de profundidad. La estructura era de postes de roble enterizos, alineados en 3 filas y levantados sobre poyos de piedra para aislarlos del suelo, y el desarrollo vertical incluía planta baja, primera y un camarote superior. En la planta baja, que el día de hoy está muy transformada, se abrían una puerta de acceso al zaguán y una ancha ventana que alumbraba la tienda o bien taller ubicado en el interior. En la primera planta estaba ubicada la residencia, con una sala en la zona delantera, alcobas en el interior y la cocina y WC ubicados en la cara trasera, con luz procedente del callejón zaguero. La planta de arriba estaba abalconada sobre la calle y se usaba simultáneamente como desván, secadero, almacén y dormitorio eventual de criados o bien practicantes.
Patrimonio
El casco urbano de Villaro se conserva en una gran parte y fue declarado Bien Cultural con la categoría de Conjunto Monumental en mil novecientos noventa y seis (BOPV de uno de junio). Responde a la tipología frecuente de los pueblos medievales, con 2 calles largas paralelas -Bekokalea y Goikokalea- tendidas longitudinalmente de norte a sur y cortadas trasversalmente por los cantones de Zubizarra y también Ilargi. La trama urbana acogía unas manzanas regulares, simples las extremas, doble la central. Estas se dividían en parcelas góticas sobre las que se levantaban las casas de la villa, de las que se ha preservado la n.º siete de Bekokalea, de finales del siglo XV. En exactamente la misma calle quedan ciertos vestigios de las fortificaciones fundacionales de Villaro.
Torre de Leguizamón fue derruida al construirse en su solar las piscinas municipales. Era de planta cuadrada, de once metros de lado, 8 de altura y muros de un metro de espesor. La puerta, ojival, se abría en la testera Este y tenía aspilleras en sus frentes.
Torre de Ugunaga o bien Huegonaga del siglo XVI sobre torre bajomedieval y rehabilitada en el XVIII, tiene volumen cúbico, cubierta a 4 aguas y arcos apuntados. Es de reseñar también, en el alfoz de la Piedad, una casa con esgrafiados de tradición mudéjar. Por su lado, la casa de Gorordo, fechada en mil seiscientos setenta y cinco, presenta escudo con armas de los Axpe. Se sitúa en el distrito Ugunaga y fue mandada edificar por Juan Abad de Axpe conforme una inscripción en la testera.
Palacio de Gortázar o bien del Riscal. Se trata de una edificación palaciana urbana, vieja torre de fines del siglo XV, con planta de abajo en sillería de caliza del XVI y cuerpo superior de ladrillo de mediado el XVII; las pinturas alegóricas de la testera son frescos barrocos fechadas cara mil setecientos treinta y cinco. Se piensa que fue construido sobre una torre urbana precedente.
Casa Mudéjar, edificio construido hacía el año mil quinientos veinticinco en estilo mudéjar, siendo el único edificio de Vizcaya de este género. La testera está decorada con yeso que muestra relieves con motivos vegetales de estilo gótico tardío.
Casa gótica, construida en mil cuatrocientos noventa es una de las primeras casas de la villa. La parte baja, donde están los accesos a la residencia y a la cuadra efectuados con sendos arcos ojivales, es de piedra, al tiempo que ka superior es de madera raseada con cal.
Casas barrocas, efectuadas en el siglo XVII son 2 palacios de 3 alturas efectuados en piedra de sillería.
Fuentes de la alcachofa, proyectada construida en mil ochocientos cincuenta y uno por Martín de Salazar es una fuente abrevadero de estilo neoclásico. El nombre se debe al ornamento en forma de piña que acaba la columna central.
Casa Consistorial, obra de Luis de Bengoechea proyectada en mil ochocientos sesenta y dos como escuelas municipales. Es un edificio robusto que consta de bajo y una planta efectuado en sillería. Resalta el pórtico con once arcos.
Iglesia parroquial de San Bartolomé. Edificada a mediados del siglo XIV y ampliada en el año mil quinientos trece, es de estilo ojival. En el muro Sur hay una portada gótica, con las dovelas del arco recortadas para amoldarle una puerta cuadrangular, en cuya clave hay motivos ornamentales y una inscripción del año o bien era mil trescientos cuarenta y cuatro. En el muro Oeste hay una portada del tránsito del plateresco al renacimiento pleno.
Se compone de 3 cuerpos: el primero un arco de acceso de medio punto, con sendos medallones, con los bustos de San Pedro y San Pablo, en las enjutas; a cada lado dos columnas que flanquean las esculturas de San Pedro y San Juan Evangelista; el segundo cuerpo contiene 5 hornacinas, la segunda y cuarta con tallas de San Pablo y la Virgen, las otras vacías; el tercero forma un frontón, con 3 hornacinas y relieve del Padre Eterno en el tímpano.
El interior de la iglesia fue transformado en el año mil ochocientos setenta, y de esta forma, al construirse las cúpulas, desaparecieron los primitivos ventanales, además de esto, se agregaron 2 capillas y el presbiterio, donde hay un retablo de estilo renacimiento, que está rehabilitado. En el ático aparecen Cristo, la Virgen y San Juan; en el tercer cuerpo, la Asunción, a cuyos lados están Santa Esther y un relieve de la ciudad de San Francisco, y Santa Judith y un Santiago Matamoros. En el 2º cuerpo San Bartolomé. S. Pedro, S. Pablo y relieves de la vida de S. Bartolomé. El 1.er cuerpo es de nueva factura. Por último, un doble banco con relieves de la vida de Jesús. Al pie hay relieves, con escenas de la vida de Jesucristo, en las 2 filas. En el primer cuerpo aparecen la Inmaculada, San Gabriel, San Rafael, San José y San Juan. A la derecha hay 2 altares, uno con un relieve de las Animas del Purgatorio y una cabeza en la parte superior, con una inscripción. El otro, efectuado en el año mil setecientos veintiuno, tiene una Dolorosa, un San Sebastián y una Santa Agueda, en lo alto, los 2 Beatos Antonios y en medio, la Magdalena. A la izquierda hay otros 2 altares, en uno hay un Jesucristo de escaso interés; en el otro aparece una figura moderna del Sagrado Corazón, San Rafael, Tobías y San Roque; y en la parte alta San José.
Son interesantes los cuadros de Cristo en la Cruz, Santa Teresa, San José y Beato Tomás. Es asimismo resaltable una figura de San Luis Gonzaga, obra de Higinio Basterra, que está en el presbiterio. En la sacristía se conserva un cuadro de la Presentación del estilo del renacimiento italiano; y una figura de la Virgen, de estilo gótico, que se encontró en el desván de una casa cercana a la iglesia. Ermitas de la Piedad, de Beato Tomás del s. XVIII. Convento de Franciscanas. Fundado en el año mil seiscientos veinte. Son de interés ciertos altares de su iglesia. Uno en el presbiterio, barroco, con Santa Isabel, un Cristo y 2 cuadros de San José y de San Pascual Bailón. Son asimismo barrocos los altares de San Antonio de Padua y de la ciudad de San Francisco de Agarráis. En otro altar, de estilo renacimiento, hay una resaltable figura de la Virgen con el Pequeño. Cuenta demás con un órgano de mil seiscientos veintiseis.