Banderas de Alameda de la Sagra
Alameda de la Sagra
Ayuntamiento de España
Bandera
Municipio
Alameda de la Sagra
Localización de Alameda de la Sagra en España.
Alameda de la Sagra
Localización de Alameda de la Sagra en la provincia de Toledo.
País España
• Com. autónoma Castilla-La Mácula
• Provincia Toledo
• Región La Sagra
• Partido judicial Illescas
Localización 40°00?43?N 3°47?42?OCoordenadas: 40°00?43?N 3°47?42?O
• Altitud seiscientos treinta y dos msnm
• Distancia treinta y cuatro km a Toledo
Superficie treinta y 3 con tres km²
Fundación Ver texto
Población tres mil cuatrocientos setenta y ocho hab. (dos mil quince)
• Densidad ciento seis con veinticuatro hab./km²
Gentilicio Alamedano, na
Alamedo, da
Apartado de correos cuarenta y 5 mil doscientos cuarenta
Pref. telefónico novecientos veinticinco
Regidor (dos mil siete) Rafael Martín Arcicóllar
Patrón San Roque
Patrona Nuestra Señora de la Asunción
Sitio Municipio
Alameda de la Sagra es un ayuntamiento de España de la provincia de Toledo, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mácula.
Toponimia
El nombre de «Alameda» se debe al terreno de chopos que había en las riberas del riachuelo. El de «La Sagra», término que procede del árabe y que significa «campo cultivado», por pertenecer a la región que lleva este nombre.
Geografía
El ayuntamiento se halla ubicado en una altura de terreno yesoso en la región de La Sagra y linda con los téminos municipales de Borox, Añover de Tajo, Villaseca de la Sagra, Cobeja y Pantoja, todos de Toledo.
Cruzan el término el río Tajo y el riachuelo Guatén.
Historia
Su origen se debe a una colonia de yeseros, vecinos de Cobeja, en el siglo XIV en tierras pertenecientes desde el siglo XII a la Iglesia de Toledo. Las chozas, que en un comienzo formaron el caserío, se irían convirtiendo, desde dos mil cinco, en casas de mampostería.
A lo largo del reinado de Carlos III se edificó la «Real Acequia del Jarama», que atraviesa una gran parte de este ayuntamiento.
Vestigios
Los primeros vestigios históricos descubiertos en Alameda de la Sagra, se remontan a diferentes periodos Prehistóricos, los más viejos específicamente datan del Periodo Calcolítico, entre el cuatro mil y el dos mil quinientos antes de Cristo Ya en este periodo, se le consta que estas tierras estuvieron pobladas. Asimismo se descubrieron otros siguientes de las temporadas romana y también islámica. Dichos vestigios de diferentes periodos cronológicos, aparecieron en múltiples rincones del término municipal.
Yacimientos
Yacimiento de La Planta de la Casa.: Edad del Bronce, Edad del Hierro, Romano. Del dos mil quinientos-novecientos antes de Cristo y novecientos-trescientos antes de Cristo
Yacimiento del Pozo: Edad del Bronce. Del dos mil quinientos-novecientos antes de Cristo
Yacimiento de Los Pilarejos: Periodo Calcolítico. Del cuatro mil-dos mil quinientos antes de Cristo
Yacimiento de Vallehondo I: Periodo Calcolítico. Del cuatro mil-dos mil quinientos a.C. Periodo Islámico.
Yacimiento de Vallehondo II: Periodo Calcolítico. Del cuatro mil-dos mil quinientos antes de Cristo Periodo Islámico.
Yacimiento de Cerro del Pilarejo: Edad del Bronce. Del dos mil quinientos-novecientos a. de C.
Yacimiento de Aragebal.: Periodo Calcolítico. Del cuatro mil-dos mil quinientos antes de Cristo Edad del Bronce. Del dos mil quinientos al novecientos a. de C. Periodo Islámico.
Yacimiento del Cerro de la Paja: Edad del Bronce. Del dos mil quinientos al novecientos antes de Cristo
Yacimientos de Las Merinas I, II, III y IV: Periodo Calcolítico, Edad del Bronce. Del cuatro mil al novecientos antes de Cristo
Fundación
El nombre lo toma de una alameda que había en las riberas del riachuelo, al lado del que se levantaron las primeras casas. El genérico La Sagra, por estar situado en la región de este nombre, que significa campo cultivado. Es un topónimo de origen arábico castellanizado. En documentos fechados entre los años mil ciento cincuenta y uno a mil ciento sesenta y ocho, aparece ya el nombre de esta alquería. Asimismo se habla de ella como propiedad de la Iglesia de Toledo en ese tiempo, dándola su mitad a poblar y cultivar en el mil ciento sesenta. En otro documento de mil ciento noventa y tres se la llama Ala Ameda, en él se da la otra mitad al arcediano D. García, quien tiene acá viñas, un corral con sus chozas y 2 palomares.
La fundación de Alameda de la Sagra tiene 2 fases. En la primera, a principios del siglo XIV, los vecinos de Cobeja, establecen unas chozas de paja para refugiarse en su trabajo de explotación de las canteras de yeso. En el mil quinientos treinta se empezaron a edificar casas de mampostería, abandonándose las viejas chozas. Los pobladores fueron estableciendo las casas en un inicio en la margen izquierda del riachuelo que atraviesa el sitio, mas más tarde lo fueron haciendo en la margen derecha al estimar que era un sitio más saludable.
Siglo XVI
En mil quinientos setenta y cinco, el rey Felipe II ordenó al Corregidor y Justicia Mayor de la urbe de Toledo, Juan Gutiérrez Tello, efectuar una descripción histórica de todas y cada una de las villas que estuviesen bajo la jurisdicción de la urbe de Toledo, entre aquéllas que se hallaba Alameda de la Sagra. Para esto, al Corregidor se le hizo entrega conjuntamente con dicho mandamiento, de una relación por episodios, que contenía la información que debería recabarse, para más tarde mandarlo firmado y sellado a Su Majestad el Rey. En tal mandamiento se afirmaba que se deberían nombrar a 2 o bien 3 personas de mayor edad y que tuviesen más noticias y también información sobre Alameda de la Sagra, a fin de que de forma conjunta con el Regidor, colaboraran en la redacción de la descripción histórica que se ordenó realizar.
En mil quinientos setenta y seis, se reunieron en audiencia en el sitio donde se reunía el Concejo, las próximas personas: el Regidor, D. Pedro López del Rincón, y los 2 Regidores, D. Antonio de la capital de España, y D. Juan González, y 3 vecinos del pueblo de los de mayor edad y cultura, D. Lorenzo Ramírez, D. Alonso de Pinto Madridano, y D. Francisco del Viso, y el escribano público de Alameda de la Sagra, D. Gabriel Hernández, quien compendió y redactó los datos históricos pedidos por el Rey. De lo declarado en tal audiencia quedó perseverancia, y han podido extraerse muchos datos referidos a Alameda de la Sagra que se expondrán ahora.
La Iglesia de Toledo era quien nombraba al Regidor, a los 2 regidores, al escribano y al alguacil de Alameda. Estaba instituido el Concejo abierto, en el que participaban todos y cada uno de los vecinos. Al Regidor le correspondía conocer las causas civiles en primera instancia, y ejecutarlas. Las causas civiles en grado de apelación correspondían al Corregidor de Toledo. Los jueces de la urbe de Toledo juzgaban las causas delincuentes. En última instancia los litigios correspondían a la Chancillería de Valladolid. Asimismo había un Regidor de la Fraternidad, 2 cuadrilleros y un maestresala del Concejo.
Los únicos cargos que cobraban un sueldo eran el maestresala del Concejo, quien ganaba por su trabajo 2 ducados por año, y el escribano y el sacristán de la Iglesia, quienes cobraban 5 mil maravedíes.
Eclesiásticamente, Alameda de la Sagra formaba una parte del Arciprestazgo de Illescas, y del Arzobispado de Toledo.
En esta temporada, los vecinos de Alameda se desplazaban a recoger agua para tomar al río Tajo, en tanto que en la población no se disponía de fuentes ni acuíferos y el agua existente era salobre. Además de la falta de agua, asimismo se carecía de leña, y debían abastecerse de ella en la ribera del Tajo, en Aranjuez y Aceca específicamente. La fauna asimismo era escasísima, y solo existían ciertas liebres y conejos, si bien en escasísimo número.
Había poquísimo ganado, el poco que había pastaba en un pequeño prado y en una pequeña Dehesa, los 2 únicos lugares de los que disponía el Concejo.
En el poco término municipal existente se recoge primordialmente trigo, cebada, vino y aceite. Una parte de la tierra no se labra, que es la dedicada a la extracción del yeso. Ya antes de abonar el diezmo, sobre todas y cada una rentas, se pagaba el llamado pan de renta, que equivalía a unas once fanegas, y era recogido en una cilla o bien granero existente en la localidad que era propiedad de la Iglesia de Toledo.
Desde mil quinientos cuarenta y cinco las casas dejan de estar cubiertas con paja, y pasan a estar cubiertas con tejas, edificando las tapias con tierra mezclada con piedra y yeso, materiales que había en el pueblo. Las tejas eran traídas de Higares, y la madera de Toledo.
En mil quinientos setenta y cinco la población era de unos cien vecinos poco aproximadamente, fue medrando en este siglo desde mil quinientos siete, cuando solo quedaron siete vecinos, debido a una peste que arrasó el pueblo. La mayor parte de ellos eran labradores y trabajadores de las canteras de yeso. Los labradores eran unos treinta, y no tenían grandes posesiones puesto que el término municipal era escasísimo. Los que se dedicaban a la extracción y fabricación del yeso lo llevaban a Toledo para su venta. No había personas muy hacendadas en Alameda a fines del siglo XVI, los más prósperos, que eran 4 o bien 5 personas tenían unos cuatro mil ducados de hacienda, el resto de la población no pasaba de mil o bien mil quinientos ducados.
La Iglesia actual se acabó de edificar en esta temporada, en concreto en el año mil quinientos setenta y cuatro. Consta que en esta temporada la Iglesia no tenía ninguna capilla, que no había absolutamente nadie sepultado allá, y que se edificó con los óbolos de los vecinos del pueblo.
Por aquel entonces se festejaba en la localidad el día de San Benito y el día de San Sebastián. El día de San Benito se festejaba el once de julio, y ayunaban en la víspera, o llevaban una vela de 5 maravedíes el propio día de San Benito. El motivo que impulsó la celebración de la celebración fue una plaga de sabandijas y langosta en las viñas, tomando por letrado a San Benito. El día de San Sebastián era día festivo, y en su víspera, si bien no ayunaban, no comían carne. Exactamente el mismo día de San Sebastián, se tenía costumbre de recoger casa por casa una dádiva consistente en pan, queso y vino. El origen de la celebración de San Sebastián fue una peste que hubo en el pueblo muchos años atrás, lo que impulsó a guardar votos a San Sebastián.
Siglo XVIII
En el siglo XVIII las autoridades concejiles de Alameda de la Sagra prosiguen siendo nombradas por la Iglesia de Toledo. Eran propuestas por 2 canónigos al Cabildo. Por su parte a esos 2 canónigos se les llamaba gobernantes de la Sagra, y eran del mismo modo escogidos por el Cabildo. Asimismo el gobierno de la capital de España nombra un Acalde de Aguas para la Real Acequia del Jarama, que ejercita su jurisdicción en las tierras inmediatas al Lagunazo, un administrador de los Reales Derechos de la insípida y barrilla, otro de la renta de la pólvora, y otro para el estanco de tabaco. El Regidor ordinario nombra a otro de la Santa Fraternidad, para la guarda del campo.
La población va de los quinientos setenta y dos habitantes en los principios de siglo, a mil trescientos veinte en su mitad, y ya a finales, cuenta con mil quinientos habitantes. De esta última cifra hay doscientos sesenta matrimonios, cincuenta solteros y setenta solteras. Estos últimos entre los dieciséis y los 24 años. Del mil setecientos setenta y siete al mil setecientos ochenta y dos nacieron doscientas 52 personas y murieron doscientas 67.
Las enfermedades más corrientes son las fiebres terciarias, que se solucionan con sangrías, quina y agua de limón. Carece el pueblo en lo más mínimo de agua dulce. La que toman la adquieren a los trajineros provenientes de los pueblos inmediatos: Cobeja, Yuncler, Pantoja y Villaluenga. Si se tienen, en cambio, aguas medicinales.
La vivienda: El núcleo urbano se compone de doscientas noventa casas, todas y cada una en el pueblo, de ellas 26 ruinosas, y veinte inhabitables. El cabildo tiene una casa para la recolección del fruto, y en el campo hay 7 cobertizos para cobijo del ganado. El camposanto está ubicado en el pueblo, formando un grave riesgo para la salud del vecindario, al estar prácticamente destruido.